Declaración del Partido Comunista Revolucionario de Euskal Herria – Euskal Herriko Alderdi Komunista Iraultzailea sobre la situación política nacional.
“¿Puede un comunista, que es internacionalista, ser al mismo tiempo patriota? Sostenemos que no sólo puede, sino que debe serlo. El contenido concreto del patriotismo es determinado por las condiciones históricas… Somos a la vez internacionalistas y patriotas… únicamente luchando en defensa de la patria podremos derrotar a los agresores y lograr la liberación nacional, y sólo logrando la liberación nacional será posible que el proletariado y todo el pueblo trabajador conquisten su propia emancipación. La victoria de China y la derrota de los imperialistas que la invaden constituirán una ayuda para los pueblos de los demás países. De ahí que, en las guerras de liberación nacional, el patriotismo sea la aplicación del internacionalismo”.
(“El papel del Partido Comunista de China en la Guerra Nacional”, octubre de 1938, Obras escogidas de Mao Tsetung, t. II).
En un momento crítico del llamado “proceso de paz” en Euskal Herria, en el que el Gobierno español del PSOE se jacta de haber hecho menos que el anterior gobierno del PP, donde no se ha producido ningún acercamiento de prisioneros políticos vascos y la represión contra los movimientos populares no cesa, donde los partidos políticos no han avanzado en la conformación de una mesa de negociación pues parece que les preocupa más su rédito político que la búsqueda de soluciones al conflicto, en un momento en el que la organización armada nacionalista ETA decide romper el alto el fuego que inició unilateralmente el 24 de marzo.
Es, en este momento, cuando desde el Partido Comunista Revolucionario de Euskal Herria – Euskal Herriko Alderdi Komunista Iraultzailea queremos reafirmar nuestro compromiso con el pueblo vasco y con el resto de pueblos del mundo en la búsqueda de la paz y en el ejercicio del derecho inalienable de autodeterminación.
La Izquierda Abertzale lo vienen repitiendo con asiduidad, y tienen razón en esta afirmación, la clave del proceso es el derecho de autodeterminación del pueblo vasco. La cuestión es como se va a aplicar este derecho, esta es la verdadera razón del conflicto y de la solución.
Claro está, cada cual lo aplica con arreglo a su condición de clase. Los partidos representantes del imperialismo español quieren pocas modificaciones en el actual modelo social y territorial. El PP se desembaraza de la situación diciendo que “no se negocia con los terroristas” al mejor estilo hollywoodiense.
El PNV, como principal representante de la burguesía nacional, aspira a gestionar las plusvalías generadas por los trabajadores vascos y negociar directamente con el resto de burguesías europeas de igual a igual. Los jeltzales tienen claro que no van a admitir que el pueblo sea protagonista del proceso político en curso, ni de ningún otro. En su propuesta conocida como “Plan Ibarretxe” dejan claro que no están dispuestos a dejar resquicio alguno para que el proletariado vasco y las clases populares tomen las riendas en un proceso de autodeterminación plena.
Y Batasuna pretende avanzar hacia un país unido, con estrechas vinculaciones dentro de la UE y con un modelo social que, sin cuestionar el actual sistema capitalista imperialista, mitigue las diferencias sociales lo cual no deja de ser una utopía pequeñoburguesa.
¿Cómo vemos los comunistas revolucionarios vascos el ejercicio del derecho de autodeterminación?
Para nosotros, el ejercicio del derecho de autodeterminación va más allá de una o varias consultas sobre si queremos o no formar un estado propio o que relaciones queremos mantener con el resto de pueblos del Estado español sin salirnos de sus fronteras. Consultas, que sin dejar de ser democráticas, no dejan de ser una visión estrecha en la que no se cuestiona ni la naturaleza del estado ni sus estructuras de explotación y opresión.
La Euskal Herria que necesitamos, requiere que los intereses del proletariado y del conjunto del Pueblo trabajador vasco sean puestos al frente de todo. Que las masas, por primera vez, sean dueñas de la sociedad en toda esfera de la vida. Necesitamos un modelo radicalmente distinto de sociedad.
El viejo capitalismo refuerza y requiere la competencia entre individuos y promueve la mentalidad del “primero yo”. Pero necesitamos un modelo social que refuerce y requiera lo contrario: el trabajo colectivo para arrancar de raíz las injusticias y forjar una nueva sociedad. Una nueva sociedad en la que se satisfarán las necesidades de todos, empezando por los más necesitados. El nuevo poder requerirá, como punto de partida, la participación constante de millones de personas en la vida política y en la administración de la sociedad y el estado, además de la producción. Por primera vez, los trabajadores, y en general las masas oprimidas, tendremos poder para controlar nuestro propio destino.
Pero, no podemos olvidar que Euskal Herria no es un país aislado del resto del mundo y que el proletariado vasco es parte inseparable del proletariado mundial. Esto quiere decir que no podemos construir un país en el que se acabe con las desigualdades y la opresión de clase sin avanzar en un mundo que se encamine por la misma senda. El proletariado, como última clase explotada dentro de los sistemas de división y lucha de clases, sólo se emancipará a sí mismo si emancipa al conjunto de la humanidad. Por tanto, será nuestro deber internacionalista contribuir a la Revolución proletaria mundial siendo base de apoyo de la misma, comprometidos en la lucha hombro con hombro con el proletariado y las masas oprimidas de todo el mundo contra el imperialismo y la reacción.
Los comunistas revolucionarios vascos no vemos la cuestión nacional de forma unilateral, ni desde un punto de vista estrecho de exclusivismo nacional. Defendemos el patriotismo revolucionario y la emancipación nacional de las naciones oprimidas, de Euskal Herria en este caso. Pero nuestra concepción del mundo es internacionalista. Partimos de la orientación fundamental de que hay que librar la lucha revolucionaria en cada país y de que cuando el proletariado tome el poder, debe construir un nuevo estado socialista como base de apoyo de la Revolución mundial.
Dado el actual modelo capitalista imperialista mundial y su expresión concreta en Euskal Herria, sometida por los imperialismos español y francés, los comunistas revolucionarios vascos aspiramos a una Euskal Herria libre de las garras del imperialismo mundial. Queremos una República socialista en Euskal Herria que sirva como base de apoyo a la Revolución proletaria mundial.
La autodeterminación de nuestro pueblo la enfocamos desde la necesidad que tenemos las clases trabajadoras vascas de ser amos de nuestra sociedad y como va a contribuir eso a la liberación de la humanidad del yugo del capitalismo imperialismo que tanta hambre, explotación y opresión llevan a los pueblos del mundo. No podemos separar la autodeterminación del internacionalismo proletario.
Los comunistas revolucionarios vascos, planteamos la cuestión del internacionalismo desde la posición de examinar el mundo en su totalidad, para determinar en cualquier momento dado dónde se pueden lograr los avances más importantes para toda la lucha internacional. Partimos de una visión mundial de conjunto. Los partidos de cada país deben obrar en consecuencia y dar apoyo político para contribuir a esos avances, aun a costa de sacrificios de parte de los objetivos inmediatos de la lucha en “su” país. No compartimos la noción de que el internacionalismo es algo que le ofrece un país a otro. Esta noción del internacionalismo parte de la egoísta visión nacionalista, y por tanto burguesa, “de la nación hacia fuera”. Para nosotros, la orientación fundamental no debe ser “mi país” sino “mi contribución a la lucha revolucionaria mundial”.
Así es como entendemos la aplicación del derecho de autodeterminación, en unión indisoluble con el internacionalismo proletario en el deber de emancipación del proletariado mundial y de toda la humanidad.
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