Comunicado del Euskal Herriko Alderdi Komunista Iraultzailea (EHAKI) ante las últimas detenciones y encarcelamientos de dirigentes de la Izquierda Abertzale

Ante las sucesivas y recientes detenciones y encarcelamientos de distintos dirigentes de la Izquierda Abertzale, queremos manifestar nuestro más firme rechazo. En estos momentos en los que el estado español muestra sus facciones más reaccionarias es cuando debemos expresar nuestro apoyo y solidaridad con todos los detenidos y encarcelados.

Estas últimas detenciones y posteriores encarcelamientos, ponen de manifiesto que el gobierno de Rodríguez Zapatero no ha estado interesado en ningún momento en buscar soluciones democráticas al problema que en Euskal Herria tiene el estado español y que el llamado Proceso ha sido una venta de humo. Éste, como todos los gobiernos españoles tras la restauración borbónica, trata de resolver la cuestión nacional vasca mediante el uso de la violencia y la represión política. Incluso las propuestas más descafeinadas de resolución de este conflicto como las dos firmadas por el lehendakari vascongado no han encontrado un interlocutor en el estado que estuviera dispuesto tan siquiera a debatirlas mínimamente.

Esto nos presenta un estado frágil, un estado temeroso de su integridad territorial, un estado que manifiesta su miedo a que lo cuestionen, so pena de repetir traumas ya padecidos, como el que sufrió en 1898 cuando perdió las colonias filipina y cubana. Sintomático es la protección que se hace del jefe del estado, cuya actuación se encuentra al margen de las propias leyes como le garantiza su constitución. A la menor crítica al monarca, al igual de lo que ha ocurrido con los dirigentes de la Izquierda Abertzale, se hace uso de la Audiencia Nacional, auténtico tribunal de excepción, heredero directo del Tribunal de Orden Público que con idéntico papel se otorgó el régimen franquista.

La democracia española, como toda democracia burguesa, es una democracia formal que nada tiene de democracia para el pueblo. Sin embargo los rasgos que presenta no le permiten siquiera homologarse al resto de democracias europeas burguesas si no que su carácter le obliga a mirarse en el espejo de la monarquía parlamentaria marroquí o el de la república turca, donde el tutelaje que se hace de las libertades básicas mínimas recogidas en sus constituciones es especialmente estrecho. Por más que el ejecutivo español se empeñe en hacer actos de fe al respecto, la afirmación de la separación de poderes aquí es una muestra de cinismo sin escrúpulos. Las continuas muestras de cómo los sumarios de los distintos procesos, se instruyen, avanzan o se detienen según su oportunidad política, son tozudas pruebas de cómo el poder judicial es un instrumento totalmente supeditado no sólo al ejecutivo de turno, si no también a los intereses del otro partido político que representa los intereses de la gran burguesía española.

Ante los estados imperialistas español y francés que oprimen e impiden por la fuerza el Derecho de Autodeterminación de los pueblos, a los comunistas revolucionarios vascos sólo nos queda luchar por la revolución socialista y la independencia para nuestro pueblo. Sólo bajo la dirección del proletariado podremos alcanzar una Euskal Herria libre e iniciar la construcción de un Estado Socialista vasco independiente del imperialismo que sirva de base de apoyo para la revolución mundial.